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miércoles, 23 de octubre de 2013

PARGO XL Y BORRIQUETE XL


Tras unos lluviosos días, Raúl y yo comenzamos a planear el fin de semana. Teníamos claro el cebo que íbamos a utilizar, también que saldríamos de Sevilla a las 11 de la mañana y volveríamos al día siguiente, el problema era que sabíamos seguro que íbamos a ir a pescar pero aún no teníamos decidido el sitio en concreto. El tiempo variable no nos daba confianza en los pesqueros habituales,  así que a última hora nos decidimos por hacer kilómetros alejándonos de borrascas y fuertes vientos. Al llegar a la playa elegida la euforia se apoderó de nosotros, nada de viento, nada de bañistas,  un sol espléndido,  el agua con ese color turquesa ... parecía la foto de una postal.  El caso es que montamos convencidos de que, después de darles muchas vueltas, habíamos acertado con el sitio. Pero no todo era color de rosa y nada más lanzar la primera caña
nos dimos cuenta, el plomo no aguantó ni un minuto en el mismo sitio, las algas eran las culpables. 
Al poco tiempo nos repusimos del duro golpe de tener que abandonar una playa con las condiciones perfectas pero no había otra opción. Tras debatir mientras recogíamos decidimos ir a la playa de Valdevaqueros, que por su situación geográfica hace que los vientos que meten algas en otras playas allí no tengan el mismo efecto. 
Empezamos a pescar en Valdevaqueros y nos llevamos todo el día sin coger un pez en condiciones, estábamos pescando muy cerca de piedras y perdimos un par de plomos cada uno, el sol se escondía poco a poco y la idea de recoger y volver a Sevilla se empezaba a plantear como una posible opción.


La noche comenzaba y aunque el atardecer fue muy frio mas tarde no fue para tanto. Desde la playa se ve Marruecos lo que hace presagiar que cualquier pez de porte puede deambular por esa playa buscando alimento en su paso por el estrecho. Aunque no íbamos con un cebo adecuado para pescar de noche pensábamos pescar un rato aunque fuera con muergos y cangrejos . A las dos horas de oscurecer la primera picada hizo sonar el detector de mi caña, un sargo kilero picó al muergo con cáscara y nos invitaba a seguir pescando un rato más esperando el repunte. Éste se produjo con la picada de un buen borriquete, éste pez es precioso con un color morado muy bonito y con una boca enorme con la puede comer casi cualquier cebo. También le entró al muergo.
 La noche transcurría cada vez más fría, la actividad de los peces no era la esperada por lo que decidimos recoger las cañas y dormir un poco para levantarnos antes del esperado amanecer. Este es mi momento preferido de pesca, el momento en el que más picadas he disfrutado por lo que intento no perdermelo nunca.



 Amaneció en el estrecho y tras varias horas de pesca no había rastro de ningún tipo de pez. Nos preparábamos para empezar a recoger, el último lance lo doy con cangrejo y un poco más cerca de las piedras, arriesgando plomo y aparejo, pero quien no arriesga no gana y el resultado fue un pargo de buen tamaño.




No tenía más ganas de seguir pescando en esa playa y ni el pargo me hizo cambiar de idea así que tras un par de lances más decidí marcharme. Aquí dejo la foto de la pesca del día, un saludo y hasta la próxima.


jueves, 17 de octubre de 2013

PESQUERA XL DE DORADAS

Era una mañana de sábado como otra cualquiera, salvo por la excepción de que esta vez no tenía prisas en llegar a la playa. Había madrugado mucho en jornadas anteriores no obteniendo el resultado esperado así que esta vez decidí tomarme las cosas con calma. Llegué al pesquero a las 9 de la mañana, el agua estaba perfecta,"como tantas veces" pensé para mí, desilusionado por ver el agua del mismo modo en salidas de pesca anteriores, en ese momento no podía ni imaginarme el día de pesca que me esperaba...

Una vez lanzadas las cañas  me pongo a montar el puesto cuando veo una de ellas destensada, no se movía el puntero, así que tensé y seguí con mi rutina pero al minuto otra vez destensada. Al clavar y sentir muestras de vida al otro lado del hilo un rayo de esperanza brotó de la nada...