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miércoles, 10 de septiembre de 2014

ESPECTACULAR JORNADA DE PESCA A SURFCASTING




Me ha costado bastante tiempo encontrar la manera de narrar esta historia, una historia que me dejó totalmente sin palabras.
Estaba en mi "cuartillo" de pesca poniendo a punto el material cuando suena mi teléfono móvil, era mi colega Barros para ver si estaba disponible para ir a pescar esa misma tarde y de paso

preguntarme mi opinión sobre una playa, yo le respondo con estas palabras: "Esta playa está perfecta, si puedes ir vé sin dudarlo", él no esperaba una respuesta tan positiva y lo cargó de ilusión. No entraba en mis planes esta salida ya que era final de mes pero tras su tercera llamada para convencerme de que los acompañara tuve que ceder, y menos mal que lo hice...
Aunque corrimos lo inimaginable llegamos a la playa veinte minutos después de la pleamar,  un poco mas tarde de lo esperado, yo siempre monto las cañas ordenadamente y luego las lanzo casi a la vez pero tenía muchas esperanzas puestas en este momento así que me apresuré para lanzar una sola caña lo antes posible y tener al menos un gusano en el agua, ya tendría tiempo luego de montar todo lo demás y pasó lo que suele pasar con las prisas, que las cosas no salen bien, y al lanzar sentí como una moña de hilo del puente pasaba por mis anillas, cegado por la agonía dejé la vara pescando sin importarme el nudo y monté la segunda caña. La lancé, esta vez sin problemas, me dispuse a recoger la primera caña para solucionar el problema con el puente liado, faltándome cinco pasos para llegar a ella veo como el carrete comienza a sacar hilo mientras el puntero se arqueaba agresivamente..



Tenía un buen nudo en el hilo así que con mucha delicadeza, sin prisas y poco a poco la primera captura yacía en la arena. No hubo tiempo ni para la foto pues la otra caña hizo lo propio con otra...

doblada de puntero. Otra gran dorada de 3 kilos de peso que tras una buena pelea en la orilla también conseguí poner en seco.



La jornada comenzó de la manera que cualquier pescador desea pero en las dos horas restantes que quedaban de sol no se produjo ninguna otra picada. Cuanto de importante es aprovechar bien los mejores momentos del día, si hubieramos llegado media hora mas tarde no tendría en mi memoria estos dos bellos recuerdos.


La noche transcurrió excesivamente aburrida en cuanto a pesca se refiere pero disfruté en la playa de cinco compañeros de pesca excepcionales y no nos hizo falta ni una picada para permanecer charlando hasta casi las seis de la mañana. A esa hora dormimos todos un poco para descansar algo.
Amaneció, y solo hay una palabra que puede definir este amanecer y esa palabra es espectacular, al igual que lo fue el resto de la jornada, pues ya con los primeros rayos del alba comenzó el festival de picadas. Las dos primeras capturas del amanecer no pudimos grabarlas en vídeo, yo tenía el móvil ya apagado y los que sí tenían batería estaban dormidos todavía.


Lo alucinante era que las picadas de doradas se sucedían una tras otra, los detectores sonaban como siempre en el momento justo para ver las tournament doblarse como plastilina, fueron unas horas mágicas, tenía que andar muy rápido para aprovechar esta oportunidad ya que el banco de peces estaba descaradamente comiendo delante de mis narices y parecía que no tenían intención de moverse.



Me quedé sin cebo y mis compañeros no dudaron en invitarme activamente a coger del suyo, gesto que les honra y me enorgullezco de tenerlos como amigos pues triste y desgraciadamente no todos los pescadores actuan de ese modo.




Una auténtica locura, picadas alucinantes, punteros que parecían estar al límite de la rotura, bobinas girando alocadamente, intensos subidones de adrenalina que acabaron por destrozarme físicamente.



En varias ocasiones tenía que soltar corriendo los pescados porque mientras los desanzuelaba la caña de al lado escupía hilo sin parar,Poco a poco todos los teléfonos que teníamos para grabar fueron quedando sin batería...


Ya era mediodía y con 13 doradas a mis espaldas, contando las dos del atardecer del día anterior, mi cuerpo pedía un respiro, necesitaba sentarme. También teníamos que ir a por cebo y me ofrecí para ir a comprarlo a alguna tienda, a nadie le gusta  abandonar la playa en este álgido momento pero era necesario ya que  prácticamente la mayoría de los gusanos que teníamos los había  gastado yo y era lo menos que podía hacer. Descansé algo sentado en el coche y además pude cargar un poco el móvil.
Regresé a la playa lo mas rápido que pude y mis colegas me comentaron que la actividad había descendido notablemente, me impactó, no me lo creía pero así fue. Tardé tiempo en asimilar tan dura noticia pero bueno, al menos tenía batería para retratar a las 13 chicas de frente dorada. Una vez con la foto ya podía dormir tranquilo y eso fue lo que hice, dormir, que bien lo necesitaba.
Cuando desperté estuve pescando otro rato por la tarde pero ni la actividad era la misma ni yo podía más, aún así logré sacar dos piezas más que no salen en la foto completando las 15 doradas, me alegré mucho por estas dos capturas pero mas contento me puse cuando el primer conductor daba por finalizada su día de pesca para regresar ya a Dos Hermanas, viaje al cual me apunté el primero sin dudarlo ya que no podía ni con mi alma.
Aquí termina el relato de una jornada para el recuerdo con espectaculares capturas y espectaculares compañeros que nunca olvidaremos esto, una jornada de pesca ESPECTACULAR.
Saludos amigos y buena pesca para todos!!!






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