Llevo mucho tiempo sin escribir en el blog, la empresa donde trabajo ha prescindido de mis servicios despues de más de diez años y no he tenido el ánimo suficiente para redactar un artículo hasta ahora. Un hombre sin trabajo es como un anzuelo sin su cebo jejeje... En fín trataré de narrar esta historia de la mejor manera posible.
Este fin de semana de pesca comenzó de una forma bastante extraña. Estaba totalmente desilusionado con la manera que había comenzado la temporada para mí en cuanto a capturas de doradas se refiere. En todas mis salidas conseguía pescar alguna pero no eran del tamaño deseado...
y era una pena que al devolverlas al mar alguna no sobrevivían, por esto no quería volver a pescar hasta que las zapatillas no abandonaran los pesqueros que suelo frecuentar. Para colmo mis amigos alquilaron un apartamento y me invitaron a acompañarlos olvidándome totalmente de una caña que no fuera de cerveza, ya que a ellos no les gusta la pesca. Pero el día antes de salir de Sevilla me enteré que venía con nosotros otro compañero de afición y que quería mojar los plomos un rato así que eché las cañas casi por obligación.
Comencé a pescar en la playa elegida y había bastante roamen. Conseguí pescar una lubina pero la soltamos al no ser lo que íbamos buscando .
Me lo estaba pasando estupendamente con mis colegas así que decidí montar cangrejo y olvidarme de las cañas. Era el tercer mojito que tomábamos y tuve que soltar el vaso rapidamente al percatarme que un detector estaba sonando. No pensaba que fuese nada importante hasta que noté los cabezazos característicos de esta especie.
La dorada aunque no diera una lucha espectacular si que era de buen tamaño, más del doble que cualquier captura anterior de dorada de este año. Mi colega Josema disfrutó al verla salir del agua casi más que yo en sacarla. El roamen desapareció, yo quería que mi amigo sintiese las envestidas de este pez aunque fuera en una caña mía, así que no tardé en montar todos los anzuelos con gusanos y la suerte me sonrió de nuevo. Josema tiene ya su vídeo y os puedo asegurar que disfruté mucho más que él solo de verlo reirse ilusionado.
Y así terminó una jornada redonda para mí, con buenas risas, compañia excelente y con una muy esperada dorada XL. Un saludo compañeros!!!!
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