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domingo, 12 de octubre de 2014

SURFCASTING, JORNADA DE GRANDES EJEMPLARES

Otro día de pesca a surfcasting... aunque  la jornada empezó de la peor manera posible finalmente dí con buenos ejemplares.
Mi amigo Antonio me había prestado su gorra, pero me advirtió que solo le traía suerte a él y no a los demás que se la habían puesto. Yo no creo en esas cosas pero tal y como comenzó la jornada pensé en no volver a pedírsela nunca.
Todo comenzó por la mañana. Con las cañas ya montadas y justo cuando iba a lanzarlas un barco

echa su trasmayo a escasos ochenta metros y justo delante mía. ¡Mal empezamos! No quería estar todo el día amargado así que me mudé de sitio. Empecé a pescar en otro pesquero y las algas fueron las protagonistas de la jornada durante horas. No había manera de librarse de ellas. Pasaba el tiempo y  los pescadores fueron abandonando la playa lentamente hasta dejarla casi desierta. Yo ya pensaba hacer lo mismo pero en una de las obligadas revisiones para mantener el cebo visible traía más peso de la cuenta, una dorada parecía estar al otro lado.

                                                           

Es incómodo pescar con algas, sufren los hilos, no se ven las picadas, y suelen tapar el cebo haciendo este deporte casi impracticable. Pero con perseverancia y esfuerzo a veces se consiguen resultados.
Al poco tiempo pesqué otra dorada. Ésta no pude grabarla ya que venía liada con el hilo de otra caña y con muchas algas así que necesité la ayuda de la "cámara" para solucionar este entuerto.
                                                            

Tantas algas había que se partió una anilla del puntero de la caña. Siempre llevo la caña de mi novia para cuando se le antoja acompañarme pescando, no la estaba utilizando por lo que no dudé en montarla. Además conforme la marea subía las algas íban desapareciendo. La tercera dorada tuvo una picada discreta aunque era más grande que las anteriores.















                                                  

No tenía muchas ilusiones puestas en la caña de mi novia, es una shimano antares con el puntero de una abu garcia diablo que se me partió y anillé con fuji low ryder. Un arreglo para tener una caña blanda para invierno y espigones. No es tan lanzadora como mis tournament pero al ser más blandas las picadas se ven muy agresivas.

                                


 Y eso pasó, sonó el detector y le dieron una "doblada" que no fue normal. Suele pasar en estas playas que las picadas más grandes las dan las doradas pequeñas. Al ser  jóvenes tienen menos miedo y entran al cebo sin pensarlo. Pero esta vez no fue así y la cuarta dorada volvió a batir el record del día en cuanto a tamaño. Cada nueva dorada superaba a las demás.


                                                      

Y la teoría se culminó con la quinta captura, también de un peso superior a las anteriores y otra vez en la shimano, la cual trabaja de muerte las fuertes embestidas en los metros finales. La picada no fue tan grande pero el peso al final de la línea la delataban.¡Ésta sí que es buena! Otra gran dorada para poner la guinda a una jornada que peor no pudo empezar.
Ya con todo recogido entró esta dorada en la última caña, traía el anzuelo por el labio por lo que se ganó su libertad.





¡¡¡Saludos compañeros y buena pesca para todos!!!


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